Explícame la parte bonita de la historia

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Villaviciosa de Cordoba, Spain
Jim Morrison decía: "Y es por eso que me gusta tanto la poesía: porque es tan eterna. Mientras haya gente, se podrán recordar palabras y combinaciones de palabras. Nada puede sobrevivir a un holocausto salvo la poesía y las canciones. Nadie puede recordar una novela completa. Nadie puede describir un filme, una escultura, una pintura. Pero en tanto y en cuanto haya seres humanos, las canciones y las poesías pueden continuar...". O acaso: ¿Quien no se ha sentido alguna vez como un poeta atrapado entre el cielo y el infierno?".

"Los buscadores de sueños encuentran oro en cualquier parte"

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jueves, 29 de octubre de 2009

Los "Poetas" nunca marchan


Desde la delgada línea fronteriza
que separa la tierra
de la ancha franja de la mar
pasando
por el globo ocular de mi existencia
hasta llegar
a los postigos de aquel monumento
donde reza el humilde monumento
que concluye con la frase:
“Seguiremos amándonos
en ella (eternidad)”

Habrá siempre un suspiro
mitad ciencia y mitad mito,
que nace de la materia inerte
para transformarse,
dios mediante, en algo humano
y el cual viajará herido,
como un errante caminante
cruzando orillas, travesías, avenidas
puentes de piedra y semiderruidos
buscando un único camino,
aquel que le ofrezca la oportunidad
de dar a su vida un sentido

Desde un silencio, una lágrima rota,
una soledad que se desboca
o la más frondosa calma
que a mi boca se le escapa

Los poetas nunca marchan
siempre permanecen
aunque sus musas, éstas ausentes,
los abandonen para siempre
sin darse cuenta y con el supuesto riesgo
de perder alma y corazón
en el mismo tropiezo

Los poetas nunca desaparecen
aunque emigren asustados
a cuevas insospechadas
en cumbres borrascosas
y se aíslen del mundo
intentando hallar el consuelo a un dolor
que ya nunca será consolado

Los poetas siempre viven
en el recuerdo de los que los vivieron
en los espacios intersticiales que existen
entre la palabra bella de un verso
y la siguiente letra que le exige
un calificativo perfecto

Mis lágrimas también se van
como las de Mike y las Keicht
cada día más,
yo también observo los niños jugar
y pienso en lo que yo fui y ya perdí

Mis manos tiemblan cuando recuerdo
Mi cuerpo se estremece
cuando sostengo sobre la balanza
de mi equilibrio todo el peso,
aquel, que no puedo soportar
y sin embargo algún invento, invento,
para dentro de mi fragilidad, hallar
la ecuación matemática y alquimista
que me ayude a compensar tal sufrimiento

Como un moderno Prometeo
que aún recibiendo el fuego de la vida
pierde el elixir de su llama
en cada verso que escribe
y por ello es sacrificado a cada paso

Y aún así,
los poetas nunca dejan de escribir
nunca dejan de soñar

Soy portador de un secreto
que me mantiene vivo a pequeñas dosis
como si un veneno
me estuviese corroyendo
el imperfecto mundo que alberga
el reino de mis entrañas

Estoy hecho de jirones de silencios
de murallas de soledad,
de momentos inconfesables,
de infatigables horas de reflexión,
a solas con ese yo,
que perdí y hoy no encuentro

Los poetas nunca se marchan
ellos siempre permanecen allí,
con la nostalgia colgando
del árbol de su melancolía

¿Quién dijo que ya
nunca jamás
podría hacerse poesía? ...
¡Esto es poesía!

Nunca cesan de escribir
Nunca dejan de soñar
Nunca doblegan su voluntad

Desde la delgada línea fronteriza
que separa la tierra
de la ancha franja de la mar
hasta llegar
a los postigos de aquel humilde monumento
donde reza el epitafio, mi amor, que
termina con la frase:
“Seguiremos amándonos
en la eternidad”

Habrá siempre un suspiro
mitad ciencia, mitad mito,
que viajará herido,
como un errante caminante
con el único propósito
de encontrar
el mejor sentido para nuestras vidas

Los poetas, amigo mío,
nunca mueren
siempre, siempre, siempre,
permanecen
ya sean vivos, heridos o desaparecidos
Siempre
de una u otra forma
Los poetas nunca mueren
aunque sea ésta
una bonita y metafórica despedida

domingo, 18 de octubre de 2009

Un beso, solamente eso



Dicen que lo que no te mata
te hace más fuerte
que dios aprieta pero no ahoga

Que quien tropieza, se levanta
y que no hay mal que dure cien años
ni cuerpo que lo resista

Dicen que la suerte
es de quien la busca
y que los sueños,
sueños son, solo eso
o tanto como eso

Que a veces quien más habla
es quien más tiene que callar
y que es muy fácil opinar y criticar
que pararse mucho a pensar
lo que dijiste o dirás

Dicen que tanto tienes
tanto vales
y que a quien mucho madruga
dios ayuda

Soy consciente de que será ella,
la propia vida,
la que finalice algún día con la mía
y cuando lo haga
no habré sido tan fuerte
como siempre deseé

Pero me habré levantado
dos veces por cada vez
que me derrumbaron

Apretaron tanto mi cuello
que casi ahorcan mi honestidad
pero algún día, sea cuando sea,
algún día, alguien me otorgará un beso
un beso lindo que con anhelo espero

Beso de besos eternos
Beso de besos bellos

Un beso como manuscrito poético
escrito a verso y doble espacio
en un cuaderno,
sin medidas ni figuras literarias

¡Un beso, amor mío, mi beso!

El beso que me negaron
y que hoy espero
Un beso como un diamante
tallado, esculpido y entregado

Algún día, merezca lo que merezca,
algún día la clemencia
de mi propia penitencia
me concederá el beso
que con todo mi corazón anhelo

Un beso, tan solo eso,
el beso que perdí y que no encuentro
Un beso, fortuito, furtivo y prometido
solamente, eso, mi beso

Dicen que quien tiene salud
tiene en su poder un tesoro
y que quien recuerda de donde viene
sabrá el día de mañana
lo que la vida duele

Después de tanto pasar
sé que algún día
se me concederá ese beso

No sé la forma
ni el cuando en el tiempo
No sé si se me erizará
del todo el vello

O si un soplo de aire fresco
hará saltar en mil pedazos
lo que aún quede de mi sangre

No sé el cuando,
ni el como ni el donde
pero sé que ese beso
llegará y lo observaré hasta mí llegar
desde allá
desde los confines de cualquier horizonte

Beso de besos eternos
Beso de besos bellos:
¡Un beso, amor mío, mi beso!

Solamente eso
...

martes, 6 de octubre de 2009

Un día quise caminar con ella de mi brazo


Una vez deseé vestir a la suerte
con un traje de domingo
y pasear junto a ella
en un viaje romántico
con billete de ida y sin fecha de vuelta

Me empeñé en convertirla en mi amante
quise o al menos pensé en regalarle
ramos de rosas rojas
halajas de cuentos de mil y una noches
y tesoros de versos, escritos en cuadernos

Quise que me acompañase
en un largo peregrinar de caminos dispares
aún desafiando al destino
y poniendo trabas al azar más conseguido

La quise
, aquí lo escribo,
pero no lo conseguí
aprendí sin embargo en mi empeño imposible
una lección impagable:
¡La suerte no puede comprarse
y muchos menos pretenderla como amante!

Hoy pienso y sueño diferente
dejé mi propósito a un lado
pues uno no consigue lo que sueña
sino lo que sus propios actos le dejan

No es fácil comprender
pero sí, echar las culpas a tu alrededor
quizá todo sea más fácil
de lo que aparenta

O quizá sea tan complicado
que no merezca la pena intentarlo
la condición sinecuanum
puede adornarse como se quiera
pero lo que deba ocurrir ocurrirá

Y lágrimas o sonrisas aparte
así se deberá aceptar
llamémosle suerte, azar, destino
mala fortuna o buenos augurios

Llamémosle como se quiera
pero tan solo quedará un precepto
y ese será el de aceptar

Aceptar que los cielos se nublan
Aceptar que las corrientes se llevan,
aunque sea a contracorriente,
sentimientos, espinas y conciencias

Aceptar los sueños incumplidos
y los que se soñarán
al siguiente domingo

Aceptar las buenas voluntades,
Los caminos sin brújula
Los vientos del oeste, aunque nos confundan

Aceptar que la suerte
no es predecible, ni lo será

Las comparaciones
siempre son complicadas
no afirmaré que “odiosas”
pero esos golpes de buena fortuna
que a unos tanto ayudan
y a otros tanto se le niegan
son insondables, jamás podrán ser andados
por unos pies descalzos

Una vez deseé vestir a la suerte
con un traje de domingo
y pasear junto a ella en un viaje romántico
a través de canales y góndolas

Me empeñé en convertirla en mi amante
quise o al menos pensé en regalarle
ramos de rosas rojas
noches de luna llena
y cenas románticas a la luz de las velas

Aquel día me equivoqué
hoy comprendo que la suerte negada
no era mi fortuna, ni jamás lo sería:

¡Más pierde quien todo lo desea
que quien se conforma
con todos los días poder abrir los ojos
y al menos amanecer!

Lo siguiente es aceptarlo
Aceptar las caídas
Aceptar las subidas, las bajadas
y sobre todo y ante todo:
¡Aceptar la vida!

¿Quién da la vez?