Por haber escuchado tu voz
Por haber juzgado
el odio y el rencor
Por haber escondido mi amor
Por haber perdido la fe
Por haber crucificado mis versos
dejandolos caer
Por no haber sabido desaparecer
cada vez que lo debí hacer
Por haber deseado la verdad
Por haber tenido más prisa que pausa
Por haber saltado al vacío sin red
Por haber perdido la sonrisa
Por haber sorteado la vida
pensando únicamente en los demás
Por haber cerrado
las puertas de mi alma
Por haber asesinado
sin premeditación
aquello que yo llamaba
"mi calma"
Por soñar y despertar
Por amar y traicionar
Por sufrir con necesidad
Por ser, por estar, por desear
Por querer siempre
llegar hasta el final
Por observar cada día
un lado diferente de la vida
Por esconder con recelo
el llanto más bello de mi poesía
Por no dosificar el aliento
que cada día pierde mi corazón
Por haber sobrevivido
Por renegar hasta de la creación
Por perderme entre mundos
de dragones y mazmorras
Por no esperar
ya casi nada del amor
Por esgrimir palabras
que a ningún lado me llevan
Por vivir intentando
siempre ser yo
Por el bien y por el mal
Por la excusa y la redención
Por el único cielo
y los más de mil infiernos
entre los que elegir
cuando uno se queda pensativo
entre bastidores
Por el honor y sus flores
Por el sobreponerse al miedo
Por apenas ya
pronunicar un Te quiero
Por haber dejado olvidada
la inocencia
entre un horizonte y su amanecer
Por el sí y por el no
por la locura y por la razón
por tu yo y por el aura boreal
de mi corazón
Por haber escuchado tu voz