Un tanto paranoico
como mordido por Dios
y escupido por el demonio
Un tanto bucólico
más nostálgico que melancólico
aturdido por el vino
que aún no me he bebido
Afanado en mis cosas
como una animal herido
de esos que agarran con fuerza
sus fauces a las mariposas
Vertiginoso como el riesgo
astuto como un zorro de bosque
irascible como una noche
de truenos y copas
Un loco entre tantos otros
enfermizo
como el cabello quebradizo
¡Tan yo como yo mismo!
Un fuego en medio de un lago
un hielo derritiendo
su agua en el infierno
Un sol, una luna,
una vuelta por el paraíso perdido
de las pequeñas cosas
La estrella polar
de mi anhelada libertad
La puerta de atrás
de mi propia casa
Una tormenta de pensamientos
cuando nadie
ya casi nunca piensa
Un suburbio de versos
en medio de tanto poeta
Un beso en medio de una tormenta:
¡Un yo sin desperdicio!
Una raíz, una rama
una llave que no abre
ninguna puerta
Un vaso vacío de alcohol
con dos hielos
y un poco de ron:
¡Por favor!
Un lobo sin dientes
una ardilla sin árboles
un buscavidas
sin vidas que buscar
Una cadenas sin goznes
una estatua de sal
un título para un poema de verdad:
¡La Eternidad!
Un loco medio loco
un astuto paranoico
un vulgar comediante
Un escritor que solo escribe
Una caricia pasajera
una pluma que te eriza la piel entera
un demacrado Don Juan
¡Qué más quisiera!
Un sueño, una noche
las sábanas revueltas de una cama
la mezcolanza
de una noche de pasión
buscando corazones rotos
hasta el alba
Un señor medio truhán
un leal escudero de Alí Babá
Un Quijote enjuto y debilucho
un hechicero de mentira:
¡Qué más da!
Un loco medio loco
...