Explícame la parte bonita de la historia

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Mi foto
Villaviciosa de Cordoba, Spain
Jim Morrison decía: "Y es por eso que me gusta tanto la poesía: porque es tan eterna. Mientras haya gente, se podrán recordar palabras y combinaciones de palabras. Nada puede sobrevivir a un holocausto salvo la poesía y las canciones. Nadie puede recordar una novela completa. Nadie puede describir un filme, una escultura, una pintura. Pero en tanto y en cuanto haya seres humanos, las canciones y las poesías pueden continuar...". O acaso: ¿Quien no se ha sentido alguna vez como un poeta atrapado entre el cielo y el infierno?".

"Los buscadores de sueños encuentran oro en cualquier parte"

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viernes, 23 de octubre de 2015

La vida, larga, bonita y libre




Los bailes, de pasión
los pasillos, en llamas
los camerinos, sin bailarinas
los escenarios, sin bambalinas

Los pistoleros, sin pistolas
Los que se arriesgan a besarte
aun a sabiendas
que no serán correspondidos
A estas alturas de la vida: ¡Qué más me da!

Los vientos, sin prisas
Las brisas matutinas, a demanda
El camino, hacia ninguna parte

El café, expreso, por favor
El amor, recién hecho
El sexo, como quieras hacérmelo
La cama, desnuda de sábanas y de ropa
La piel, suave como la de una amante

El imperfecto mundo
de donde procedemos
no es sino una transcendental epopeya
que vivir y surcar

Así pues, la compañía, grata, por favor,
Los amigos, de uno en uno
La sopa, caliente pero que no queme
La cerveza, todo lo fría posible

Las conversaciones, profundas
terminó la época de perder el tiempo
El Te quiero, si se dice, que sea sincero
de lo contrario, guardado queda más lindo

Si te he de observar,
pintaré cada una de las arrugas de tu piel

El Photoshop para las maniquíes 
a mí me gustan imperfectas
con medidas exigentes
y de esas que te dejan sin habla
con tan solo una sola mirada

La suerte, de cara
Los duelos, de espadas
El miedo, si ha de venir que sea
para morirse de miedo, de no ser así,
que se quede en casa escondido

Los secretos, mejor que sigan siéndolo
Las excusas, que suenen a verdad
La fidelidad, una mentira más que contar

La lealtad, la única verdad por la que luchar 


miércoles, 21 de octubre de 2015

Subterfugios y destinos ocultos




El vino derramado de la copa al brindar
El sueño que te obliga a no querer despertar
La salud de quien nunca la perderá
La esquina oculta de la verdadera libertad
El destino como incógnita imposible 
de un teorema circunstancial 
El Si Quiero que no te obligue a claudicar
Esos brazos gigantes de papá 
protegiéndote de los miedos y fantasmas del más allá
El recuerdo de mamá: Dime amor: ¿Donde estás?

La ciudad prometida, los vaivenes del dragón 
Los versos escritos desde el dolor
El corazón rasgado del león
La soledad de los mejores momentos
Una lagrima, una risa sin sonrisa, un amor perturbador
El camino que te aleje de la multitud 
y te acerque hacia el pretérito perfecto del quererte tú

La luz inmaculada de la felicidad
El precipicio, pero sin saltar
Las apariencias, pero sin engañar
La verdad de todas las malditas cosas
El jardín, la tierra, las rosas
La mujer, como amiga, como amante, como esposa 

El subterfugio como tu propia escapatoria 
La fe que no te condene a una oratoria
La manifestación de los sentidos como arte, 
como magia, como modo de vida
La clasificación de los sentimientos 
en verdaderos e importantes

La honestidad como seña inequívoca de identidad 
El mirarse a los ojos sin decir nada
La espada, pero sin afilar
La paz, siempre, pero sin guerra 
por la que tenérsela que ganar

El amor, el amar, el sentir, el vivir
El ir pero siempre para poder venir
El destino y el porvenir conjugados dentro 
de la misma propiedad conmutativa
Lo mismo me da que me da lo mismo

Ven, dame la mano y vente conmigo
Quizá no haya logrado convencerte
pero mi mundo es éste
Ven, pues, vente conmigo
...


sábado, 17 de octubre de 2015

Digámoslo así!



Agoté la eternidad de mis mejores horas. Consumí momentos y drogas. Viví tiempos inciertos y aquellos otros donde todo era juventud, locura y conocimiento.
Absorbí la vida por ósmosis transversal inversa. Y todo para descubrir que no existía la extenuante libertad. Concluí los teoremas sobre como sobrevivirte a ti mismo. Me vacié en arte y sentimientos. 

Terminé con el yo y con el tú de nosotros mismos; con el reproche y con la inexactitud prolongada a lo largo de mil y una noches. Acabé con la psicosis de la felicidad. Intentarlo es condición de ser, conseguirlo es trabajo de científicos.

Musité poemas de amor y como ninguna se daba por aludida decidí escribirlos a escondidas. Me gané pues, la potestad de creer en mis propios versos aunque más nadie lo hiciera.

Comprendí que el sentido de los días aciagos era que no tenían sentido alguno.
Me bajé varias veces del mismo tren y en todas las estaciones encontré la misma señal: ¡Vuelva por donde ha venido!.

Me imaginé un mundo de verdad, una tierra fértil donde poder albergar esperanza y solidaridad. Soñé con supuestos imposibles e impasibles. Me batí en duelo contra mis peores pesadillas. Nada da más satisfacción como derrotar a tus propios fantasmas.

Escuché gritar a las musas cuando me recriminaban que no podían quedarse a mi lado pero que tampoco podían marcharse de él: ¡Locas insensatas!.

Escudriñé el destino con estrategias post apocalípticas intentando hallar la quinta esencia, y entonces descubrí que yo no era precisamente un alquimista.

Salté del mundo en marcha ... oh no ... espera ... eso quizá fuese solamente un sueño escondido dentro de una epopeya. 

Bebí pócimas analgésicas que sabían a cielos nublados. Bajé por escaleras interminables hasta recorrer caminos insondables que no aparecen marcados en ningún plano. Y me caí ... y me levanté. Comencé de nuevo, desde el principio, pero con un fin muy distinto. Y me equivoqué después de haber acertado una y otra vez. 

Enfermé tres de cada cuatro días. Entonces, observé y aprendí. Quise irme y me fui. El quedarme solamente era posible hasta que mi presencia dejase de ser grata, como así fue. Entonces desaparecí, oculto como un as bajo la manga. 

Sonreí contigo y sin ti. Te hice el amor mucho antes de que tú me lo hicieras a mí. Tomé, bebí, sentí, amé, viví. Me embriagué de aromas, sensaciones y matices cotidianos, de esos que pasan desapercibidos para el resto de seres humanos: una caricia, un color, una nota musical, un lienzo, un dolor ...

Psicológicamente con los años me inestabilicé y si debo ser sincero este estado no pinta mejorar con el paso del tiempo. Para ser justos, después de todo esto:

miércoles, 14 de octubre de 2015

La estación se aleja del tren




La estación se aleja del tren. Las hojas dejan ir al viento y el cielo ya no susurra cuentos de invierno. Las personas más bellas son siempre las primeras en desaparecer.

Lo oídos sordos se contradicen mientras escuchan susurros y estrategias. Los dulces recuerdos se apartan del amor. Aquel blues pintado de azul oscuro casi negro, sigue sonando a melodías del pasado. Los sueños rotos nunca se recomponen por muy expertas que sean las osadas manos. Todo el oro de las mazmorras es oro perdido. Nadie esconde su alma en un establo si no es por una promesa anterior a su propio fracaso.

El boulebard giratorio ha cesado su movimiento de vaivén. Los suburbios de Harlem me siguen quedando demasiado lejos y la Torre Eiffel sigue sin impresionarme tanto como lo hace Notre Dame al amanecer.

El azul turquesa de tus ojos azules me sigue pareciendo fascinante. Así pues, no dejes de olvidarme y si no lo consigues sigue intentándolo. Yo seguiré esperando a que las luciérnagas me visiten una noche. No soy yo, somos los dos, como dos susurros con las alas rotas batiéndose en duelo hasta desesperar. 

Las canciones tristes suenan como estos versos, mientras que los poemas prohibidos sin embargo siguen custodiados bajo las llaves del silencio. 

Los cuartos menguantes siguen siendo solamente una parte. ¿Por que íbamos pues a resignarnos cuando queda tanto camino por recorrer?. 

Los perfumes de mujer son el aliento del guerrero. El aroma que impregnaba aquella habitación no era sino el sustento de un día más por el que luchar. ¿Y sin lucha que nos quedaría?. Soñar con la Tierra Prometida es una cumbre demasiado alta para escalarla, cuando las iglesias arden en ruinas. 

Los vuelos rasantes siguen siendo peligrosos pero cada vez mas veces nos lanzamos a ellos. Y sin embargo el andén número uno sigue siendo el mismo.


lunes, 5 de octubre de 2015


Se nos olvidaron las cosas importantes, dejamos atrás los juegos de pelota y los besos a escondidas tras las puertas. Olvidamos embadurnarnos de barro y pisotear con fuerza los charcos en medio de una tormenta sin importarnos la edad de nuestros años. Se nos olvidó sonrojarnos por el roce de una caricia prohibida. Olvidamos emocionarnos cuando una sonrisa furtiva apareció en el lado más fiero de nosotrosDejamos atrás lo fascinante que era escribir una carta a tinta y pluma. Y olvidamos el sabor a mezcolanza que suponía recibirlas.

Nos olvidamos de los sentimientos y de todos aquellos suspiros robados al tiempo. Nos olvidamos de decir "Te Quiero” porque sí, sin motivo, sin razón … Se nos olvidaron los trucos de magia y los as bajo la manga. Dejamos atrás los pellizcos en el costado cuando nadie nos miraba. Se nos olvidó besarnos por el mero hecho de besarnos. Si tú me amas y yo te amo:
¿Qué nos impide amarnos sin contemplación hasta que nos duela el corazón?

Olvidamos ser libres todos los días de nuestra vida. Olvidamos las promesas robadas a la vida. Se nos olvidó vivir como si mañana no hubiese un mañana. Olvidamos qué se sentía al sentir de verdad. Dejamos de ser jóvenes tan solo porque lo decía el DNI, cuando la verdadera edad está dentro del ir y venir; y del amar y del sonreír.

Cometimos perjurio y sin embargo aún no hemos caído en el infierno. Fuimos ilusos, nos creímos al mundo y observamos como el mundo jamás se detuvo a nuestro paso. Las estaciones siguen repletas de sueños frustrados. 

Se nos olvidaron las cosas importantes dejamos atrás los juegos de pelota y los besos a escondidas tras las puertas. Olvidamos embadurnarnos de barro y pisotear con fuerza los charcos en medio de una tormenta ...

jueves, 1 de octubre de 2015

Hice cuentas mentales




Hice cuentas mentales para llegar a la conclusión de que no me salían las cuentas. Y mientras tanto los nidos de abeja rondando la cabeza, las espinas clavándose como dagas entre los espacios intersticiales de mi ultima costilla y el precipicio que se abre hacia el alma cada vez más elevado.
La entropía aparece cada día entre quehaceres y tropiezos. Las sensaciones ocultas, los sueños incumplidos y los fantasmas del pasado escondidos entre los del presente. Los vientos del oeste soplando con fuerza, las encrucijadas de palabras haciendo crucigramas entre solsticios y anagramas.
Las caricias mientras más suaves más dulces, de eso no me cabe la menor duda. Las pasiones ocultas, mientras más prohibidas más tentadoras y los besos que saben a amante son aquellos en los que no puedes dejar de pensar nunca, por muchos años que pasen.
El eslabón perdido entre Dios y tu propio yo, sigue perdido. La suerte siempre tan altanera y esquiva. El cielo estrellado sin embargo, es como un pequeño bálsamo cuando al mirarlo, sabes que la única opción es siempre ponerte de su lado.
El miedo cada vez más comprensible. El dolor cada vez más aceptable. La esquina torcida de la felicidad sin enderezarse. El pulso de la vida jugando al escondite con el destino prometido. El camino hacia el paraíso no se encuentra ya ni con miguitas de pan.
Y mientras tanto, aquí seguimos algunos, dando forma a las crónicas de un mundo extraño y algo alocado al que aún así, seguimos llamando "nuestro mundo".

Hice cuentas mentales y descubrí que no me salían las cuentas y sin embargo no puedo dejar de contar. Y cuento palabras y cuento colores. Cuento cuentos a quien desea oírlos, cuento versos y poemas, cuento instantes, momentos y recuerdos. Cuento locuras e infiernos ... cuento comienzos y finales y cuando termino de contar ... me callo (pero en silencio sigo contando) ...