Los bailes, de pasión
los pasillos, en llamas
los camerinos, sin bailarinas
los escenarios, sin bambalinas
Los pistoleros, sin pistolas
Los que se arriesgan a besarte
aun a sabiendas
que no serán correspondidos
A estas alturas de la vida: ¡Qué más me da!
Los vientos, sin prisas
Las brisas matutinas, a demanda
El camino, hacia ninguna parte
El café, expreso, por favor
El amor, recién hecho
El sexo, como quieras hacérmelo
La cama, desnuda de sábanas y de ropa
La piel, suave como la de una amante
El imperfecto mundo
de donde procedemos
no es sino una transcendental epopeya
que vivir y surcar
Así pues, la compañía, grata, por favor,
Los amigos, de uno en uno
La sopa, caliente pero que no queme
La cerveza, todo lo fría posible
Las conversaciones, profundas
terminó la época de perder el tiempo
El Te quiero, si se dice, que sea sincero
de lo contrario, guardado queda más lindo
Si te he de observar,
pintaré cada una de las arrugas de tu piel
El Photoshop para las maniquíes
a mí me gustan imperfectas
con medidas exigentes
y de esas que te dejan sin habla
con tan solo una sola mirada
La suerte, de cara
Los duelos, de espadas
El miedo, si ha de venir que sea
para morirse de miedo, de no ser así,
que se quede en casa escondido
Los secretos, mejor que sigan siéndolo
Las excusas, que suenen a verdad
La fidelidad, una mentira más que contar
La lealtad, la única verdad por la que luchar