Observé de lejos la infancia
como un castillo de naipes
que aún permaneciendo
intacta en mi recuerdo
marchó, errante,
y en cada carta, el ansia de hallar
tras la puesta de sol de cada alba
un nuevo destino
o simplemente una nueva baraja
Las noches de luna llena
y las de media luna
las noches de noche sin luna
y aquella luna roída
por las mejores experiencias
de un hombre cuando aspira
a convertirse en buena persona
No vive quien quiere
tampoco creo que quien pueda
la puesta de sol
la caída de la noche
el arco iris del corazón
los trémulos suspiros de un sin sabor
Caverna y cobijo
apuesta y pérdida
naufragio y la citada experiencia
Uno no sabe nunca
que ocurrirá
cuando se abra la puerta
Las trompetas,
a veces claman justicia
el cielo protector
tan solo señala con su dedo.
¡El misterio! … ¿Quien lo sabe?
La inquietud manifiesta
de unas simples letras
sobre el tapiz rugoso
de una de todas estas
flamantes servilletas
donde fueron escritos
la mayoría de los versos
que le robé a la vida de los secretos
Quizá nunca nadie lo entienda
pero los poetas tristes,
como un castillo de naipes
que aún permaneciendo
intacta en mi recuerdo
marchó, errante,
y en cada carta, el ansia de hallar
tras la puesta de sol de cada alba
un nuevo destino
o simplemente una nueva baraja
Las noches de luna llena
y las de media luna
las noches de noche sin luna
y aquella luna roída
por las mejores experiencias
de un hombre cuando aspira
a convertirse en buena persona
No vive quien quiere
tampoco creo que quien pueda
la puesta de sol
la caída de la noche
el arco iris del corazón
los trémulos suspiros de un sin sabor
Caverna y cobijo
apuesta y pérdida
naufragio y la citada experiencia
Uno no sabe nunca
que ocurrirá
cuando se abra la puerta
Las trompetas,
a veces claman justicia
el cielo protector
tan solo señala con su dedo.
¡El misterio! … ¿Quien lo sabe?
La inquietud manifiesta
de unas simples letras
sobre el tapiz rugoso
de una de todas estas
flamantes servilletas
donde fueron escritos
la mayoría de los versos
que le robé a la vida de los secretos
Quizá nunca nadie lo entienda
pero los poetas tristes,
ahondan en el alma,
mucho más allá de lo imaginable
mucho más allá de lo imaginable
La conciencia para ellos
es una ciencia de melancolía y tristeza
pero, sin duda, doy fe,
una maravillosa ciencia
Y aunque la calma
se marchite o jamás duerma
en la misma cama
habrá, algún día, habrá
atisbos, matices o pequeños motivos
que nos hagan pensar
que soñar con la felicidad
además de ser posible
pueda convertirse en realidad
Y si así no fuera
soñar es un documento sin identidad,
sin fotogramas que adornen la página,
un lienzo intransferible
y sin aparente dueño
Entonces pues
nadie podrá arrebatar de tus noches
esos momentos mágicos de libertad
atados con soplos de viento
a la soledad manifiesta de tu verdad
Porque tu mundo interior
aquel que nunca nadie conocerá
ofrecerá, no me cabe la menor duda,
cada vez que cierres los ojos
la oportunidad de un deseo:
¡El deseo de soñar!
Solamente soñar
en soledad, en libertad
sin emitir consejos o explicaciones
sin motivos o motivaciones
Sin palabras, sin versos
sin amantes a los que pretender
sin estrellas
que contar en el firmamento
Solamente soñar, vida mía,
de una u otra forma:
¡Solamente soñar!
Que nadie te robe
nunca la inocencia de soñar
¡Solamente soñar!
Soñar: la palabra más hermosa de nuestro amplio vocabulario. Me encanta soñar, disfruto soñando, y me arruinan el día cuándo me despiertan y me doy de bruces con la realidad. Un abrazo infinito, Juanito de mi alma.
ResponderEliminarJuanito, hijo, cuánto más leo esta poesía más me gusta y más me conmueve. Te felicito, porque has logrado que esta noche haya vuelto a soñar. Un abrazo!
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