Hay tantos caminos por andar
como tantos otros por desestimar
existen tantos atajos
que al llegar al final
no sabrás por donde regresar
El tú que comenzó el recorrido
en nada se parecerá al yo
que llegará hasta el final
Los reyes de las arcas
los príncipes de las tinieblas
las mademoiselles
de los burdeles más lujosos de París
O incluso
los más habilidosos embaucaudores
cuyo mejor juego de cartas
siempre fue apostar a la trampa
"Todos por igual
todos contra todos
y uno para sí solo"
Diez años después
dijeron de él
que era un poeta
atrapado entre el cielo y el infierno
¿Y quien, digo,
no se ha sentido así
alguna vez?
¿Que son los vestigios
sino el recuerdo ínfimo
o la señal inequívoca de una pasión
pasada, adormecida o perdida?
¿Que son sino
las huellas del destino?
Que nadie se ofenda
con esta sensación sombría
que brota de cada verso
de esta extraña poesía
Pero quien no
se sintió alguna vez como:
El viejo que observando la mar
por última vez creía
que aún no estaba
todo del todo perdido
Quien no deseó sentirse
como el niño que tras
recorrer sus primeros pasos
recibió el beso de sus padres
La última sonrisa de una musa
el himno de la libertad
la utopía como forma de vida
la nostalgia de tu sonrisa
Todo ello soy
Dime, amor, pues:
¿Que son sino los vestigios?
Un ayer, un mañana,
una primavera sin sol
una luna, una vida … una nada
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