No hago lo que hago
por causar daño
y sin embargo lo causo
Navego y divago
a sabiendas que dentro de mí
no hay nada malo
y sin embargo lo hago
Sin saber el por qué
sin importarme muy bien
el que dirán,
o sí, que sé yo
¿Qué se yo de la vida?
¿Qué se yo del mundanal ruido
que se encuentra mucho más allá
de las fronteras de mi propia cabeza?
Si más allá
poco me queda que adivinar
Si más allá
está todo lo demás
Aquello y esto
el hombre
y su ancestral opuesto
Si todo eso
casi no me importa
mucho más allá
de lo que me importa esto
que intento controlar
y sin embargo se me va
No, no hago lo que hago
por ser distinto a los demás
sé que lo soy,
sin ostracismos, ni divergencias
Y sin embargo sonrío
cuando deseo hacerlo
y cuando mis espacios intersticiales
me permiten hacerlo
Y también cuando
me acuerdo de lo bueno
y cuando me siento conmigo
y me cuento que no,
que no soy tan malo ni tan bueno
cómo algunos de todos ellos
pretenden serlo
Y sin embargo lo soy
soy tan Dios y tan diablo
soy tan real y tan imaginario
como todo lo contrario
Y lo que soy
y lo que no soy
tampoco nunca
pretendí serlo
Y sin embargo,
cuando sufro me lo callo
y me lo encierro en mazmorras
a las que jamás nadie accederá:
¡Por los siglos de los siglos
y hasta la maldita eternidad!
Y sin embargo
sonrío aún cuando siento calor o frío
y sonrío cuando llueve
y cuando la nieve inunda mis montañas
Y sin embargo
no todos están contentos
con mi existencia,
divergencias aparte,
¿Por qué será?
Por ser tan distinto
a mis semejantes
o por no poder
ni tan siquiera llegar a serlo
Y sin embargo
soy yo,
y lo soy cada vez más
...y sin embargo…
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