Una vez deseé vestir a la suerte
con un traje de domingo
y pasear junto a ella
en un viaje romántico
con billete de ida y sin fecha de vuelta
Me empeñé en convertirla en mi amante
quise o al menos pensé en regalarle
ramos de rosas rojas
halajas de cuentos de mil y una noches
y tesoros de versos, escritos en cuadernos
Quise que me acompañase
en un largo peregrinar de caminos dispares
aún desafiando al destino
y poniendo trabas al azar más conseguido
La quise, aquí lo escribo,
pero no lo conseguí
aprendí sin embargo en mi empeño imposible
una lección impagable:
¡La suerte no puede comprarse
con un traje de domingo
y pasear junto a ella
en un viaje romántico
con billete de ida y sin fecha de vuelta
Me empeñé en convertirla en mi amante
quise o al menos pensé en regalarle
ramos de rosas rojas
halajas de cuentos de mil y una noches
y tesoros de versos, escritos en cuadernos
Quise que me acompañase
en un largo peregrinar de caminos dispares
aún desafiando al destino
y poniendo trabas al azar más conseguido
La quise, aquí lo escribo,
pero no lo conseguí
aprendí sin embargo en mi empeño imposible
una lección impagable:
¡La suerte no puede comprarse
y muchos menos pretenderla como amante!
Hoy pienso y sueño diferente
dejé mi propósito a un lado
pues uno no consigue lo que sueña
sino lo que sus propios actos le dejan
No es fácil comprender
pero sí, echar las culpas a tu alrededor
quizá todo sea más fácil
de lo que aparenta
O quizá sea tan complicado
que no merezca la pena intentarlo
la condición sinecuanum
puede adornarse como se quiera
pero lo que deba ocurrir ocurrirá
Y lágrimas o sonrisas aparte
así se deberá aceptar
llamémosle suerte, azar, destino
mala fortuna o buenos augurios
Llamémosle como se quiera
pero tan solo quedará un precepto
y ese será el de aceptar
Aceptar que los cielos se nublan
Aceptar que las corrientes se llevan,
aunque sea a contracorriente,
sentimientos, espinas y conciencias
Aceptar los sueños incumplidos
y los que se soñarán
al siguiente domingo
Aceptar las buenas voluntades,
Los caminos sin brújula
Los vientos del oeste, aunque nos confundan
Aceptar que la suerte
no es predecible, ni lo será
Las comparaciones
siempre son complicadas
no afirmaré que “odiosas”
pero esos golpes de buena fortuna
que a unos tanto ayudan
y a otros tanto se le niegan
son insondables, jamás podrán ser andados
por unos pies descalzos
Una vez deseé vestir a la suerte
con un traje de domingo
y pasear junto a ella en un viaje romántico
a través de canales y góndolas
Me empeñé en convertirla en mi amante
quise o al menos pensé en regalarle
ramos de rosas rojas
noches de luna llena
y cenas románticas a la luz de las velas
Aquel día me equivoqué
hoy comprendo que la suerte negada
no era mi fortuna, ni jamás lo sería:
¡Más pierde quien todo lo desea
que quien se conforma
con todos los días poder abrir los ojos
Hoy pienso y sueño diferente
dejé mi propósito a un lado
pues uno no consigue lo que sueña
sino lo que sus propios actos le dejan
No es fácil comprender
pero sí, echar las culpas a tu alrededor
quizá todo sea más fácil
de lo que aparenta
O quizá sea tan complicado
que no merezca la pena intentarlo
la condición sinecuanum
puede adornarse como se quiera
pero lo que deba ocurrir ocurrirá
Y lágrimas o sonrisas aparte
así se deberá aceptar
llamémosle suerte, azar, destino
mala fortuna o buenos augurios
Llamémosle como se quiera
pero tan solo quedará un precepto
y ese será el de aceptar
Aceptar que los cielos se nublan
Aceptar que las corrientes se llevan,
aunque sea a contracorriente,
sentimientos, espinas y conciencias
Aceptar los sueños incumplidos
y los que se soñarán
al siguiente domingo
Aceptar las buenas voluntades,
Los caminos sin brújula
Los vientos del oeste, aunque nos confundan
Aceptar que la suerte
no es predecible, ni lo será
Las comparaciones
siempre son complicadas
no afirmaré que “odiosas”
pero esos golpes de buena fortuna
que a unos tanto ayudan
y a otros tanto se le niegan
son insondables, jamás podrán ser andados
por unos pies descalzos
Una vez deseé vestir a la suerte
con un traje de domingo
y pasear junto a ella en un viaje romántico
a través de canales y góndolas
Me empeñé en convertirla en mi amante
quise o al menos pensé en regalarle
ramos de rosas rojas
noches de luna llena
y cenas románticas a la luz de las velas
Aquel día me equivoqué
hoy comprendo que la suerte negada
no era mi fortuna, ni jamás lo sería:
¡Más pierde quien todo lo desea
que quien se conforma
con todos los días poder abrir los ojos
y al menos amanecer!
Lo siguiente es aceptarlo
Aceptar las caídas
Aceptar las subidas, las bajadas
y sobre todo y ante todo:
Lo siguiente es aceptarlo
Aceptar las caídas
Aceptar las subidas, las bajadas
y sobre todo y ante todo:
¡Aceptar la vida!
¿Quién da la vez?
Juanito, hace tiempo que dejé de creer en duendes, brujas y todo lo relacionado con la suerte. Las cosas ocurren porque hay "alguien" que quiere que ocurran así y no hay que darle más vueltas; tan sólo aceptar los designios y conformarse. No hacer ésto sólo te lleva al desánimo y al preguntarse constantemente ¿por qué a mi? La vida me está enseñando a saber de verdad que significa la palabra "resignación". Juanito, en todos los ámbitos de mi vida me estoy empapando, pero bien, de lo que quiere decir esta palabra y gracias a Dios que esta palabreja ha aparecido en mi vida porque de lo contrario me sentiría mucho más desgraciado de lo que a veces (de forma injusta) me siento.
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