Una melodía

A veces una melodía
invade tu ser
y deja impreso en tu sangre
un poema que te hace de repente
amanecer:
¡Cuanto tiempo hacía!

La letanía es una bóveda
un arco fustigado que se encorva
un rayo oscuro de luz
el paso del tiempo que no tiene sur

Pero cuando una melodía
sabe a medianoche,
en la página B de un verso
tan solo se escriben besos y silencios

La silla eléctrica de Tejas
la horca de New Orleans
la cadena perpetua
que entre unos y otros manejan

Todas que lejos me quedan
y sin embargo que cerca de mi oído pasaron
llevándose consigo y sin mí
el tacto azul de mi sonreír

Ni Mona Lisa sonríe
ni Leonardo inventa ya artefactos
aunque lienzos como la Santa Cena
sigan siendo misterio y verdad
dentro de un mismo cuadro

Miguel Angello se aburre allí arriba
entre andamio y andamio
mientras sus frescos, aún hoy,
siguen siendo verdaderamente extraordinarios

La capital europea del doremi
se cerró por fin de obras
y los cubiertos de plata
ya no se emplean para templar la sopa

Peter fue infiel a Campanilla
fugándose con Wendolín, por fin

La montaña mágica resultó ser
un paraíso al que nunca acudía nadie
porque siempre pensaron
que era solamente un fraude

La baraja de Póker
apostó a la carta más alta
y perdió su apuesta por una mala baraja
la escalera de color
siempre gana a una doble pareja
por muchas esperanzas
que se pongan en la partida

Sin embargo Apocalisis Now
sigue siendo una de las películas
más fabulosas de la historia

Quien sabe lo que viene ahora
las palabras son cremalleras rojas
que los hombres crean
y luego las dejan salir de sus bocas

Ante el espejo
ya no se postra la vieja bruja
los siete enanitos nunca crecieron
pero el bosque se llenó de apisonadoras obreras
que devastaron la jungla
con pocas palabras y mucha sangre
¿Donde estaba entonces
el romanticismo del hombre?

¿Quién me lleva ahora en coche?
Yo que siempre doy la vez
y ofrezco los buenos días como costumbre

A veces nadie me escucha
y alguna que otra vez,
entre inquietudes y sonrisas
soy yo
quien pone poco interés
la verdad sea dicha

Ya no escucho silencios en mi interior
porque la única melodía
que me suena y me altera
se perdió mientras mi barco a la deriva se hundía

La balsa de la Medusa
fue la invención de un día
pero aún hoy, en muchas latitudes
se recogen troncos carcomidos
donde va inscrita una frase
que al leerla se escucha de lejos,
… como no …
… una melodía … mi melodía..