Voy a volver a escribir
sobre él, sobre mi padre,
acabo de concluir un poema
en el que hablaba sobre el talento
Quizá el reúna
todos esos requisitos necesarios
para poder atribuirle ese concepto
que lleva como nombre talento
Es un tipo hecho a sí mismo
Fiel a sus principios
orgulloso, trabajador, constante
hasta sus últimas consecuencias
y honrado, no saben ustedes cuanto
Luchador innato, desde chiquito
desde que los amaneceres
comenzaban a las cinco de la mañana
y lo primero que uno tomaba
entre sus manos era una azada
O quizá los golpes de la vida
lo hayan ayudado a serlo,
a convertirse, como suele decirse
en un tipo hecho y derecho
Pocas veces dio algo,
en lo que él creyese, por perdido
consecuente con sus dichos y principios
astuto, pero sobre todo
una de la mejores personas que conozco
Quizá la vida pudo y debió ofrecerle
alguna que otra oportunidad más
pero yo sé
que se siente orgulloso
de ser quien es y de ser como es
Su talento, yace oculto,
No diré que frustrado
porque no creo que se sienta así
ni tampoco creo
que haya sido para tanto
Pero cierto es
que su voz privilegiada
debiese haber tenido
otra oportunidad
No fue así y no pasa nada
para mí se quedó
para mí quedaron
esos precioso momentos
oyendo, como mi padre,
cómo de sus cuerdas vocales
salían aquellos tan bellos cantares
Yo no heredé su voz
tampoco su tono o su color
pero si heredé su sangre
y en ella iba inscrita una frase
como quien graba a hierro y fuego
un sentimiento que no quiere marcharse
Yo tampoco tendré
esa oportunidad, la mía,
quizá, no lo sé,
si de veras la desee
o simplemente quiera que todo quede así
Él canta bonito,
Yo escribo,
tan solo lo que cada día siento
pero sé que coincidimos
al menos en dos cosas
Y esos dos,
algo más que ideales o preceptos,
son, sin dudarlo,
maravillosos
La primera cosa es el amor
el amor que un padre
siente por su hijo
se lo demuestre
o lo sufra siempre en silencio
Amor en su máxima expresión
Ese amor incuestionable,
inclasificable, inenarrable
al igual que el amor
que un hijo siente por su padre,
increíble, eterno, incesante, inconfundible
Hace mucho tiempo
que sé que jamás
escucharé de tu voz un te quiero
pero sé que me los ha dicho en miles de veces
A estas alturas tampoco lo necesito
porque te llevo tan adentro
que con eso me conformo
no somos de expresar nuestros sentimientos
Y la segunda cosa de la que hablo
es una necesidad
la necesidad de soñar
él canta, yo escribo,
él sueña, yo imagino
Y aunque ninguno de los dos
tengamos nunca esa oportunidad
siempre nos quedará
el haber podido ser:
¡Un padre y un hijo!
sobre él, sobre mi padre,
acabo de concluir un poema
en el que hablaba sobre el talento
Quizá el reúna
todos esos requisitos necesarios
para poder atribuirle ese concepto
que lleva como nombre talento
Es un tipo hecho a sí mismo
Fiel a sus principios
orgulloso, trabajador, constante
hasta sus últimas consecuencias
y honrado, no saben ustedes cuanto
Luchador innato, desde chiquito
desde que los amaneceres
comenzaban a las cinco de la mañana
y lo primero que uno tomaba
entre sus manos era una azada
O quizá los golpes de la vida
lo hayan ayudado a serlo,
a convertirse, como suele decirse
en un tipo hecho y derecho
Pocas veces dio algo,
en lo que él creyese, por perdido
consecuente con sus dichos y principios
astuto, pero sobre todo
una de la mejores personas que conozco
Quizá la vida pudo y debió ofrecerle
alguna que otra oportunidad más
pero yo sé
que se siente orgulloso
de ser quien es y de ser como es
Su talento, yace oculto,
No diré que frustrado
porque no creo que se sienta así
ni tampoco creo
que haya sido para tanto
Pero cierto es
que su voz privilegiada
debiese haber tenido
otra oportunidad
No fue así y no pasa nada
para mí se quedó
para mí quedaron
esos precioso momentos
oyendo, como mi padre,
cómo de sus cuerdas vocales
salían aquellos tan bellos cantares
Yo no heredé su voz
tampoco su tono o su color
pero si heredé su sangre
y en ella iba inscrita una frase
como quien graba a hierro y fuego
un sentimiento que no quiere marcharse
Yo tampoco tendré
esa oportunidad, la mía,
quizá, no lo sé,
si de veras la desee
o simplemente quiera que todo quede así
Él canta bonito,
Yo escribo,
tan solo lo que cada día siento
pero sé que coincidimos
al menos en dos cosas
Y esos dos,
algo más que ideales o preceptos,
son, sin dudarlo,
maravillosos
La primera cosa es el amor
el amor que un padre
siente por su hijo
se lo demuestre
o lo sufra siempre en silencio
Amor en su máxima expresión
Ese amor incuestionable,
inclasificable, inenarrable
al igual que el amor
que un hijo siente por su padre,
increíble, eterno, incesante, inconfundible
Hace mucho tiempo
que sé que jamás
escucharé de tu voz un te quiero
pero sé que me los ha dicho en miles de veces
A estas alturas tampoco lo necesito
porque te llevo tan adentro
que con eso me conformo
no somos de expresar nuestros sentimientos
Y la segunda cosa de la que hablo
es una necesidad
la necesidad de soñar
él canta, yo escribo,
él sueña, yo imagino
Y aunque ninguno de los dos
tengamos nunca esa oportunidad
siempre nos quedará
el haber podido ser:
¡Un padre y un hijo!
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